
¿Estás hasta los cojones de ese familiar que sólo hace que molestar en la hora de la siesta y te dice lo mucho que has crecido cuando tienes ya 28 años? ¿Tienes un amigo que te levanta todas las chavalas poniendo un pseudo-acento argentino y quieres darle su merecido?¿Quizás tienes un compañero de trabajo que no te cambia el turno, y pone como excusa la histerectomía de su madre?.
Adelántate a Dios y garantiza un futuro negro a todos tus enemigos con una simple y eficaz venganza. Ya sé lo que estás pensando. Años de cárcel y desgarros anales diarios no compensan nada, sobre todo cuando una solución más barata es sonreír y liarte a hostias con la primera pared que encuentres en tu camino.
Pero tranquilo, la solución es más sencilla de lo que parece. Lo resumo en tres pasos:
- Dirígete a una librería y compra el DMS-IV-TR o la CIE-10. Estos son los manuales que utilizan los psiquiatras para diagnosticar trastornos de la personalidad.
- Elige el trastorno que quieras y luego una serie de rasgos asociados a dicho trastorno. Con tres o cuatro sobra.
- Ve al psiquiatra y le comentas los rasgos que has aprendido en casa. Como este señor tiene el mismo libro que tú, hará unas cuantas afirmaciones con la cabeza y te diagnosticará la patología en cuestión. Te dará un papel que no hay que tirar, y ya está. Puedes ejecutar la venganza con toda tranquilidad, que lo único que puede pasar es que te metan en una casita con música relajante, una fuente, y unas pastillas con las que dormirás como un bebe durante dieciocho horas al día. Ahora dime si no vale la pena.
Hasta la próximo tutorial, amigos.