EL IMPERIO DE LOS LOBOS

Una lleva a un parque y la otra lleva a un cementerio. Todos somos así. Una cara pública y cínica que enseñamos a todos, y otra, mucho más interesante y que refleja nuestra verdadera naturaleza. ¿Por qué si no tenemos fascinación por el mal?¿Por qué nos gusta tanto el dolor y el sufrimiento ajeno? .Las dos caras conviven constantemente y muestran lo que realmente somos: volubles, variables, paradójicos.
Yo ya casi no salgo al parque. El honor, la dignidad o la igualdad son conceptos que no representan nada para mi. No soy ni bueno ni honesto. No soy el que recibe y pone la otra mejilla. Soy el que da la hostia y si puede te remata en el suelo. El que pone el pienso en tus ojos para que se lo coman los cuervos. El que le das la mano y te coge el brazo entero para hacer carne picada y dársela a los perros.