ÚLTIMO DÍA. AUSWICH

Hora de tirar la basura. Dejar la casa lista para cuando llegue el jefe. Las ventanas están abiertas para que entre el aire limpio.

La bosnia estaba en un cuartito muerta. Tenía aspecto de haber salido de la película La señal. Hemos tirado su cuerpo a la compactadora de pescado que hay ha cien metros de la empresa con una nota de autoría firmada por Drama.

Con este último hemos llamado a la policía. Estaba siempre desnudo por ahí con una máscara dorada y no me sentía cómodo del todo.

El cadáver del Manco sigue colgado. El director me ha comentado que esa no es la imagen que quiere dar la empresa y puede dar mala impresión. Así que lo hemos quitado. También hemos llamado a una ambulancia para que recogiera a la señora que se rompió la cadera. Ha pasado mala noche tirada en el porche.

Empiezo a sospechar que Miguel ha tenido algo que ver con la desaparición de los de mantenimiento, y con la muerte del Manco y con mis pequeños cambios de humor. En uno de ellos he cogido un alambre y he acabado con su vida. Quizás mejor así.

A lo que se refiere a las bajas del personal (creo que no queda nadie con vida y el de Recursos está travestido en una caravana en Las vegas) lo he solucionado con unos sencillos maniquíes y unos posits identificativos en la frente. No creo que lo note.

He barrido un poco.

Y ya está. Creo que he cumplido bien como jefe. Ahora toca descansar y reflexionar sobre estos días. Voy tomarme unas merecidas vacaciones.

Saludos.