Sólo faltan dos días para que acabe mi reinado y otro contratiempo. Hemos encontrado el cadáver del Manco colgado como un jamón en la puerta principal. Al parecer, unos niños han jugado a la piñata con él y le han reventado el cráneo. Una abuela que pasaba por allí ha resbalado y tiene rota la cadera por diez partes.
Voy a iniciar una investigación rigurosa sobre este tema. Le he preguntado a Miguel y me ha dicho que no ha tenido nada que ver. Yo le creo. No sé a quien preguntar más. Caso cerrado.
Hoy ha llegado una nueva comercial. Por su peculiar acento y el frescor de la metralla de su cara, yo diría que es bosnia. Creo que comenzaré con ella una nueva franquicia de trata de blancas. A ver que tal.
Esto apesta. Hay una pequeña niebla verde que inunda el edificio. El calor provoca que los muertos se derritan. La gente reconoce a sus familiares por el sabor. Estoy pensando en ir al Ikea y montar una barra americana. Hacer cócteles y esas cosas.
Los otros asuntos los dejo pendientes para mañana. Que ya será otro día.
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