Hoy me he despertado en la residencia de mi abuela. Ha pesar ser paralítica y llevar siete años esposada a una cama, le he comprado el podómetro de Saber Vivir, para que se cuente las calorías al parpadear. Lástima que cuando llegué al comedor, ella era la protagonista del segundo plato del día. Un celador me comentó que se resistió. Esa es mi abuelita. De cualquier manera, me quedé para saber como sabía esa zorra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario